Cirugía estética en busca del placer sexual

La belleza es una cualidad que muchos entienden como subjetiva, pero que el tiempo nos ha demostrado que tiene mucho más que ver con un canon que con una opinión. Cada cultura tiene su propio concepto de belleza, y eso es algo ineludible. Como también lo es entender que hoy por hoy, la cultura occidental ha fagocitado prácticamente al resto de culturas en cada lugar del mundo. El canon que se vende hoy en día es el de la belleza caucásica, de rasgos finos y bien delineados, curvas elegantes en ellas y cuerpos tonificados en ellos. El mismo canon que podía existir en la Grecia Clásica, y que se ha ido transmitiendo de generación en generación durante estos siglos. Con cambios circunstanciales, por supuesto, pero llegando a su punto álgido en este siglo XXI, gracias también a las redes sociales y a la masiva exposición que hacemos en ella. Hoy todos nos hemos expuesto en un escaparate social en el que nos obligamos a estar perfectos.

La disonancia entre la realidad y lo que posteamos en estas redes sociales es cada vez mayor, llegando a un tremendo punto de paroxismo en los casos de algunas influencers. Ellas viven de la apariencia, de vender una vida plagada de viajes, de cenas románticas, de felicidad impostada. Todos sabemos que su vida no puede ser tan perfecta, que solo es un papel… pero lo compramos. Porque las marcas también quieren contar con esos anuncios andantes capaces de influir en un target tan grande de población de manera definitiva. Ellas, las chicas, son en su mayoría calcadas, con el mismo peinado, el mismo maquillaje, la misma manicura, el mismo cuerpo. Se habla de body positive, pero las mujeres “reales” siguen siendo una excepción en el gran mundo de la publicidad y el marketing que vemos hoy en día en redes. El canon está claramente marcado, y ahora llega a la mente de las niñas antes incluso de que empiecen a desarrollarse. Esa chica que doce años que mira en Tiktok todos los vídeos de su influencer favorita y quiere ser como ella, aunque tenga que pasar por quirófano para conseguirlo. La cirugía se ha convertido en la herramienta indispensable de muchos hoy en día, y no solo para lucir mejor, sino para disfrutar más.

El cuerpo perfecto tiene un precio

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Conseguir el cuerpo perfecto es la meta de muchos y muchas hoy en día. Seamos sinceros, ser atractivos es una ventaja cualitativa en el mundo en el que vivimos. No vamos a defender que sea lo único importante, pero sin duda, tener un buen cuerpo, una cara bonita, una imagen hermosa, ayudará a que consigamos nuestros objetivos, aunque no tengan nada que ver con la belleza. Y eso sin contar con aquellas personas que sí que viven de su físico o su atractivo, como modelos, actrices, entrenadores personales, etc. El cuerpo perfecto puede lograrse con mucho sacrificio, horas y horas de entrenamiento, una dieta estricta, una serie de rutinas de descanso, hidratación… Pero a veces ni siquiera eso es suficiente, y debemos ir un paso más allá, siendo ayudados por la cirugía.

Y es que por más que queramos, hay rasgos físicos que no podemos cambiar. Bajaremos de peso, tonificaremos nuestros cuerpos, incluso conseguiremos músculos más marcados, pero esa forma de nuestra nariz no se cambia con ejercicio. De la misma manera que casi todos hemos pasado por el dentista para mejorar nuestra sonrisa, son muchos los que también pasan por la cirugía para cambiar algo en sus rostros, o en su cuerpo. Las operaciones estéticas más habituales tienen que ver con la nariz, los pómulos y los labios, pero también con el trasero y los pechos, especialmente en el caso de las mujeres. Unos senos turgentes, bien puestos, que no entiendan de gravedad, son el sueño de muchas. Pero la cosa no queda solo ahí…

Cirugía genital para un placer mayor

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Las cirugías genitales se han vuelto muy populares en los últimos años, tanto para hombres como para mujeres. En el caso de ellos, la cirugía de alargamiento de pene supone una ventaja que muchos ya habían dado por imposible, aunque todavía es algo demasiado novedoso. En muchos casos, los hombres se operan para tener una mayor predisposición al placer, por ejemplo, realizándose una fimosis. Igualmente, pueden buscar alternativas de cirugía para conseguir mejores y más duraderas erecciones, lo que desemboca naturalmente en relaciones sexuales más satisfactorias. La búsqueda del placer sexual es uno de los puntos más importantes a la hora de realizar estas cirugías, que suelen ser caras, pero resultan una inversión interesante.

En el caso de las mujeres, esto se multiplica por 10. Son ellas las que más se atreven a pasar por el quirófano para estar estupendas y buscar el cuerpo perfecto. No se trata solo de apariencia, sino también de placer. Las cirugías genitales en mujeres están a la orden del día, y suelen tener dos objetivos principales. El primero, en los senos sobre todo, conseguir un busto más vistoso y atractivo, que incrementará además las opciones sexuales de la chica. La segunda, en la zona de la vagina, embellecer los labios exteriores, o incluso los interiores, para tener una vulva mucho más bonita, a ojos de la propia chica y sus amantes. Esto afectará de manera directa al placer que la mujer pueda sentir, siendo a veces una operación indispensable para que pueda disfrutar plenamente de la experiencia sexual.

Pornstars y prostitutas, las más interesadas

Lo cierto es que hay muchas mujeres que viven hoy por hoy de su atractivo y su físico. Las modelos eróticas suelen mostrar sus cuerpos desnudos en sus fotografías, y de manera bastante clara, también sus vaginas. De hecho, son muchas las que pasan por el quirófano para conseguir unas vaginas mucho más “normativas”, ya que el propio porno ha marcado un canon incluso en este aspecto. Las pornstars también están operadas en este sentido, de la misma forma que se ponen pecho o trasero para ser más exuberantes. En el mundo erótico y pornográfico lo que llama la atención es el exceso, en contra del canon habitual social, que encumbra a chicas mucho menos voluptuosas.

Las prostitutas son trabajadoras sexuales que también deben dar una buena imagen a sus clientes. De hecho, para mantenerse “en el mercado”, llegadas a cierta edad muchas de estas prostitutas pasan por el quirófano para verse más jóvenes. En el caso de las escorts de lujo, es habitual que cuentan con operaciones en el rostro, los pechos o el trasero, puesto que deben buscar ese cuerpo perfecto que haga sentirse orgullosos a sus clientes. Viven de su belleza y su atractivo y hoy por hoy la cirugía es un medio casi inevitable para conseguir unos resultados que están a todas luces lejos de lo que es un cuerpo “normal”. La sociedad sigue caminando hacia ese punto de no retorno en el que somos capaces de cambiar cualquier cosa solo por agradar el resto del mundo. La cirugía estética está tan normalizada que dentro de poco lo raro será ver a gente que no haya pasado por quirófano para verse más joven.