‘¿Te quieres casar conmigo?’ Cómo saber si es buen momento para declararte

Cuando una pareja lleva un tiempo saliendo, están bien juntos, se aman y se disfrutan en todo momento, tienen sus peleas como todo el mundo pero saben salir adelante gracias a lo que sienten el uno por el otro, llega un momento en el que se plantean seguir juntos por toda la vida. Se ven compartiendo casa, familia y todo lo demás. Hay quien no necesita de papeles para confirmarlo, pero muchos sueñan con el día de su boda, con esa gran celebración en la que todos sus amigos se den cita, y en la que puedan lucir la mejor de sus sonrisas, de la mano de la persona a la que aman.

Pero antes de ello hay que elegir el momento perfecto para lanzar la gran bomba. La pedida de mano, la petición de matrimonio, es un momento casi tan importante como el de la propia boda en sí. Hay que saber perfectamente cómo hacerlo, en qué momento y en qué lugar, y sobre todo, la manera en la que vas a declararte. Si quieres casarte con esa persona estamos seguros de que la conocerás bastante bien, así que sabrás qué es lo que le gusta y qué es lo que no soportaría en una petición matrimonial. Sin embargo, antes debes estar completamente seguro de que es el momento adecuado, el instante perfecto, para pedirle a tu pareja que viváis felices para siempre.

Una buena convivencia es un factor indispensable

Antiguamente, los novios no se iban a vivir juntos hasta que no se casaban. Esto daba lugar a muchas sorpresas una vez que comenzaba la convivencia, sorpresas que no eran precisamente agradables. Y es que la convivencia es la base de la fiabilidad de una relación. Podemos amar mucho a una persona, pero si la vida en común no funciona, difícilmente podremos seguir con ella, porque debemos convivir, aceptando sus fallos, igual que nuestra pareja acepta los nuestros, entendiendo que ahora hemos perdido toda la intimidad, pero que estamos con la persona a la que amamos. La buena convivencia es la base de un buen matrimonio, así que si lleváis ya un tiempo viviendo juntos y estáis bien, es una magnífica señal.

La economía también es importante

Es evidente que a la hora de dar el paso debemos pensar también en la situación económica que tenemos. Una boda supone un gasto importante que tal vez no podamos asumir en ciertos momentos. Está claro que siempre podemos realizar una celebración más austera, más pequeña y solo con la gente más cercana, sin gastar tanto dinero, pero es un día con el que muchos sueñan durante toda su vida, un día que quieren que salga perfecto y que maraville a todos los que asistan. Por eso es habitual que la gente se gaste muchísimo dinero en las bodas, y habrá que ver si es un buen momento para ese dispendio.

¿Es realmente la persona con la que quieres compartir tu vida?

De todas las preguntas que te harás antes de pedirle matrimonio a tu pareja, sin lugar a dudas ésta es la más importante de todas. Esa persona con la que quieres casarte se convertirá en tu esposa o esposo, y eso significa un compromiso más allá del que tenéis en ese momento, un paso decisivo en vuestra relación. Evidentemente, el divorcio siempre será una opción, pero no hay que casarse pensando en que si todo sale mal podemos romper el compromiso y punto. Solo si estás completamente seguro de que esa persona es la perfecta para ti, la definitiva, deberías proponerle matrimonio.

La aprobación de la familia

Es algo que ya no se lleva tanto, pero nunca está de más contar con la aprobación de la familia de ella, porque al final debes demostrarles que vas a ser un marido estupendo para su chica. Eso de pedirle la mano al padre es demasiado anticuado, pero sí que es cierto que puedes hablar con ellos sobre tu intención de pedirle matrimonio, antes de hacerlo, para que lo sepan y te den su bendición. No es algo obligatorio, ni mucho menos, porque en algunos casos pueden estropearte incluso la sorpresa, pero puede ser un bonito detalle que demuestre que eres todo un caballero.

Cómo cambiará vuestra vida después de casaros

Tras la boda, la vida puede cambiar tanto como queráis que cambie. Y es que si sois una pareja que lleva ya mucho tiempo saliendo, que se conoce bastante bien, que ha sabido salir adelante en las duras y en las maduras y que sabe convivir, las cosas serán muy parecidas, solo que llevaréis un anillo de casados y seréis marido y mujer. Es cierto que, socialmente, las cosas sí que cambiarán un poco. Sentiréis algo más de presión por parte de todo el mundo para tener hijos, y la manera en la que os ven como pareja también cambiará. Pero eso no tiene por qué afectaros a vosotros en sí, si no queréis. Al final, la última palabra siempre la tenéis vosotros.

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