Fortalecer las muñecas ¿qué ejercicios son los más adecuados?
El cuerpo humano es una máquina prácticamente perfecta que, a base de milenios de evolución, se ha ido mejorando para adaptarse mejor al entorno y permitirnos estar en lo más alto de la escala evolutiva de este planeta. Sin embargo, la fragilidad de nuestro cuerpo es a veces sorprendente, comparada con la de otros animales, que poseen una protección mucho más fuerte para evitar ser cazados, por ejemplo. Gracias a nuestra inteligencia, hemos conseguido desarrollar toda una serie de herramientas que nos permiten defendernos y también atacar en el momento preciso hacia cualquier amenaza que tengamos. Esto ha sido muy beneficioso para la especie en general, pero también ha traído una parte negativa, y es que nuestro cuerpo ya no es tan fuerte como el de nuestros antepasados, al menos en las condiciones habituales. Ya no necesitamos tantos músculos, porque tenemos armas para defendernos.
Se sabe bien que, en el momento decisivo de la evolución, cuando las dos especies principales de homínidos compartieron la Tierra, los homo sapiens, nuestros antepasados directos, se impusieron a los homo erectus precisamente por su mayor desarrollo de la inteligencia, que les permitía superar el problema de no ser tan fuerte físicamente como sus rivales. La inteligencia ganó a la fuerza, y gracias a ello estamos aquí. Sin embargo, el cuerpo del ser humano cada vez está más “atrofiado” y pierde más músculo y fuerza en general, precisamente por dedicarnos a tareas más sedentarias en la mayoría de casos. Esto genera que, al hacer deporte o cualquier tipo de esfuerzo físico, podamos sufrir lesiones de manera más habitual, tanto si somos deportistas como si no estamos acostumbrados a tanta actividad. Y una de las zonas más problemáticas que encontramos en nuestra anatomía es la de las muñecas, donde la mano y el brazo se unen.