Sexo oral más allá de las felaciones

Todavía hay quien relaciona directamente el sexo con la propia reproducción, como si no hubiera forma de desvincular ambos factores a la hora de disfrutar de una relación sexual. Desde hace unas décadas, y gracias a todos los avances en métodos anticonceptivos, el placer por el placer se ha vuelto mucho más popular, y hasta necesario. Las parejas pueden disfrutar de sus cuerpos y sus deseos carnales sin la preocupación de quedar embarazados, algo que evidentemente ha implementado mucho las relaciones esporádicas. Antes era mucho más complicado estar con una chica o un chico antes del matrimonio, cuando la relación ya se formalizaba, porque luego llegaban las sorpresas. Ahora todo ha cambiado muchísimo, y el sexo se puede sentir simplemente como una forma más de diversión, o como una prueba del amor y el cariño que sentimos por la otra persona. Lo más sorprendente es que, en una sociedad tan sexualizada como la nuestra, hay muchos temas que siguen siendo tabú.

Por ejemplo, lo del sexo oral, una de esas formas de placer que no tienen absolutamente nada que ver con la reproducción. Porque no todo el sexo consiste en la penetración, y de hecho, hay personas que disfrutan mucho más del sexo oral que de otras prácticas más “comunes”. Si bien es cierto que el porno ha “romantizado” y también exagerado en gran medida este tipo de prácticas sexuales, a la hora de la verdad pueden ser absolutamente mágicas para encender nuestro deseo. Los chicos, por ejemplo, disfrutan recibiendo sexo oral de sus parejas en tanto que sirve, también, para estar totalmente preparados para la acción. También las chicas empiezan a reconocer que no hay nada mejor que disfrutar de buen sexo oral por parte de su pareja, para empezar a mojarse de cara a la relación. Este tipo de prácticas han pasado de ser simples preliminares a convertirse en una parte imprescindible de la relación sexual en muchos casos. Y no nos referimos solo a las felaciones o el cunnilingus, aunque son las más habituales. Aquí vamos a mostrarte otras alternativas dentro del sexo oral, para que puedas expandir tus horizontes en la cama.  

Un placer muy deseado

Como se suele decir, hay gente para todo y al final esto del sexo oral encanta a muchos, pero también hay quien lo rechaza por completo. Las fantasías relacionadas con las felaciones, por ejemplo, son muy habituales entre los chicos, aunque aquí hemos de destacar la función incitadora del porno. Hay pocas escenas en el cine para adultos que no cuenten con sexo oral, porque se ha convertido ya en parte indispensable de la acción.

En las relaciones reales, sin embargo, no todos están preparados para disfrutar de estas prácticas. Hay chicas que no consienten realizar felaciones a sus parejas, por el motivo que sea. También hay hombres que entienden que eso de hacer sexo oral a su chica es algo que no lleva a ningún lado, pero siempre quieren recibir esa clase de sexo por su parte. El desequilibrio puede llevar a generar disputas en torno al sexo oral, ya que es algo mucho más desigual que la penetración.  

Beso negro, una práctica de moda

Todos conocemos las felaciones y el cunnilingus como principales exponentes del sexo oral, pero no son las únicas prácticas que podemos destacar. De hecho, es bueno expandir nuestra mente a otro tipo de placeres que van más allá de lo típico, para disfrutar del sexo por completo, sin tabúes ni barreras. No todos están dispuestos a hacerlo, pero al final la vida es demasiado corta y no podemos dejar que las limitaciones nos impidan gozar de verdad. Por eso el beso negro se está convirtiendo en una práctica cada vez más común, aunque de primeras pueda causar mucho rechazo sobre todo en quien debe llevarla a cabo para con su pareja. Hablamos de beso negro al referirnos a la acción de realizar sexo oral a nuestra pareja en su ano, en lugar de en sus genitales.

Es una práctica común en todas las relaciones, tanto heterosexuales como homosexuales, aunque al igual que el sexo anal requiere de cierta preparación previa. Este tipo de prácticas pueden ser realmente satisfactorias, sobre todo si es el hombre el que recibe el beso negro, ya que el punto G masculino es accesible a través de este orificio. Sin embargo, todavía hay muchísima reticencia al sexo oral anal, porque el ser humano entiende que no es sano o apropiado. Si hay una buena limpieza, no debería haber ningún problema, como ocurre con el sexo oral genital. De hecho, hay personas que llevan a cabo blanqueamientos anales para disfrutar mucho más de estas prácticas.  

Pezones, cuello y otras zonas erógenas

Cuando hablamos de sexo oral también debemos incluir todas aquellas prácticas que técnicamente realizamos con nuestra boca y nuestros labios. Incluso los besos sobre zonas erógenas pueden ser sexo oral, si sabemos cómo excitar realmente a nuestra pareja. De hecho, hay personas que pueden llegar al orgasmo sin necesidad de penetración o estimulación de sus genitales. Esto es especialmente habitual en las mujeres, ya que muchas incluso se excitan más a través de caricias en el cuello o los pezones, que por el propio coito. Cada cuerpo es diferente y conocer el de la otra persona es una de las cosas más maravillosas que el sexo nos puede dar, porque se trata, al fin y al cabo, de disfrutar juntos.

Las zonas erógenas pueden cambiar según la persona, aunque es cierto que el pecho y el cuello son dos muy habituales. También los pies, en algunos casos, haciendo que el placer sea más especial cuando realizamos masajes o damos besos en esas partes concretas. Los fetiches de cada cual deben ver la luz sin ningún tipo de limitaciones, porque no se trata de ponernos trabas, sino todo lo contrario, expandir nuestras opciones y fantasías. Ya sea como juego previo o simplemente como alternativa para esos días en los que la penetración sea más compleja, el sexo oral a lo largo y ancho del cuerpo puede darnos muchas satisfacciones. Se trata, como en todo, de aprender y practicar para llegar a ser mejores.  

Mejor con profesionales

Como todavía hay mucho tabú en torno a este tipo de prácticas, muchos hombres y mujeres deben acudir a profesionales del placer para realizarlas. Es algo que en muchas ocasiones se ha discutido, porque parece que hay una relación entre la satisfacción de estas fantasías y el hecho de trabajar como amante profesional.

No es así, desde luego, y cualquier persona con paciencia y práctica puede llegar a ser muy buena en el sexo oral, solo que para estas profesionales es algo intrínseco a su trabajo. Seguramente no haya ninguna mujer que vaya a realizarte una felación mejor que una prostituta, porque es algo que suele hacer prácticamente todos los días. También son expertas en el beso negro y otro tipo de sexo oral, pero esos servicios habitualmente se pagan aparte, algo más caros, por ser menos habituales.