Rana dardo dorada, así es el animal más venenoso del mundo

Cuando uno se mete de lleno a estudiar el fascinante reino animal y descubre la inmensa variedad de especies que existen, la mayoría de ellas desconocidas para el gran público, encuentra algo especial, como entendiendo mucho mejor que nuestro lugar en este planeta no es el que pensamos, sino uno mucho más humilde. Y es que el ser humano ha llegado a lo más alto de la cadena evolutiva, pero en ocasiones lo ha hecho a costa de otras especies, incluso cuando no eran depredadores naturales. Sin embargo, como se decía en aquella mítica película sobre dinosaurios, la vida al final siempre consigue abrirse camino, y lo hace de las formas más insospechadas.

La rana dardo dorada es una de las especies anfibias más especiales, no solo por ser una de las ranas flecha más grandes que existen, sino también por su colorido cuerpo, de tonos casi fluor, que sirven además como advertencia para sus enemigos. Y es que aquel  que ose sobrepasarse con esta pequeña ranita sufrirá algo realmente doloroso por culpa del veneno que poseen, una de las versiones más intensas de la batraciotoxina presente en muchos anfibios. Es de hecho uno de los animales más peligrosos del planeta, a pesar de su pequeño tamaño, precisamente por la fuerza de su veneno, su principal arma para atacar y defenderse, al fin y al cabo.

¿Por qué es tan tóxica?

Como ya hemos visto, son muchos los batracios que poseen una toxina tremendamente venenosa que hace que aquellos que les ataquen acaben envenenados. Se llama batracotoxina y es sin duda uno de los venenos más peligrosos y fulminantes que se encuentran en el reino animal. De rápido asimilación por parte del cuerpo humano, esta toxina provoca normalmente fallos en las conexiones neuronales que rigen la contracción de los músculos, algo que no solo traerá como consecuencia el engarrotamiento de nuestro propio cuerpo, sino también el de nuestro corazón, que dejará de latir con normalidad. Por eso es mejor mantenernos alejados de estos animales.

Cómo podría afectarnos su veneno

El veneno que contiene la toxina de estas ratas es uno de los peores y más fulminantes del mundo, y es que con una sola dosis de la toxina podría acabar incluso con una decena de hombres en pocos minutos. Lo más usual es que mueran por un paro cardíaco, o por un fallo en el sistema cardiovascular, ya que lo que produce este veneno es una corta contracción de los músculos, derivando esto en problemas evidentes para que el corazón pueda seguir latiendo con normalidad. El veneno de la rana dardo dorada no es una técnica para atacar, como el de los escorpiones o serpientes, ya que se alimenta de pequeñas moscas e insectos. Es más bien una manera de protegerse, como su propio color, que nos advierte del veneno.

Lugares en los que habita

La rana dardo dorada es originaria de Colombia, y habita sobre todo en las zonas más selváticas, donde la humedad y las charcas son abundantes y la temperatura es elevada. Es posible que haya también ejemplares de esta especie en otros lugares de Sudamérica, sobro todo en el Amazonas, aunque lo más curioso es que por ahora solo se la ha encontrado en Colombia. De hecho, la propia rana parece haber ido cambiando también la fórmula de su veneno, conforme se enfrentaba a otros peligros y enemigos, que a su vez, lograban inmunizarse contra la toxina del anfibio.

Los indígenas y el veneno de esta rana

Y es que cuando uno se expone durante mucho tiempo a determinadas dosis pequeñas de una sustancia, por más tóxica que sea, normalmente acaba desarrollando cierta inmunidad a la misma. Es lo que ocurrió con los Embera, una tribu de indígenas colombianos que convivía desde hacía siglos con este animal, y que conocían su venenoso secreto. De hecho, no dudaron en utilizarlo para sus propios beneficios, colocando ese veneno en las puntas de sus dardos, los mismos que lanzaban con las cerbatanas para herir tanto s sus presas como a sus enemigos. De ahí que luego, la propia rana tomara, en su nombre no técnico, la denominación dardo.

Esta especie se encuentra en peligro de extinción

Desgraciadamente, como tantas otras especies que han tenido que convivir con el ser humano y su afán destructivo, la rana dardo dorada también se ha visto abocada a una situación complicadísima, enfrentándose a una posible extinción próxima si las cosas no cambian mucho. Y es que más que cazarlas a ellas, el ser humano está destrozando su habituad natural, provocando que cada vez haya menos espacio para que puedan reproducirse y vivir en libertad. Algunas han sido tomadas para vivir en cautividad, con el sorprendente resultado de que dejaban de ser tóxicas.

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